La persecución comenzó cuando agentes del OIJ dieron seguimiento a un grupo de sicarios, quienes fueron localizados en un lavacar en Parrita. Durante el ataque de los sicarios a dos hombres que eran su blanco, murieron en el lugar.
Otros dos individuos resultaron heridos en el enfrentamiento con los agentes del OIJ; uno de ellos murió en el sitio, mientras que el otro sucumbió a sus heridas horas después en el hospital local.
A pesar del uso de armas de grueso calibre por parte de los sicarios, los agentes del OIJ solo sufrieron heridas leves y ya han sido dados de alta, lo que evitó una tragedia mayor.
Las autoridades no han confirmado la identidad de los fallecidos y continúan con las investigaciones para esclarecer todos los detalles del incidente. Mientras tanto, la comunidad de Parrita permanece en estado de alerta ante la escalada de violencia en la zona.
Este suceso subraya la peligrosidad de las operaciones del crimen organizado en el país y la continua labor de las fuerzas de seguridad para enfrentar esta amenaza.
